Muestra | Mediato
MEDIATO
de Juan Ignacio Cabruja
Sala II
Tutores o seguimiento del trabajo realizado, Fernando Molina y Gabriel González Suarez. Texto por Olivia Funes Lastra.
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Cuando recorremos un paisaje, cada uno de sus elementos se acerca para entrar en nuestro campo de visión. Después, ellos mismos parecen alejarse para cambiar de estado : entre un elemento aislado y reconocible, de repente ese elemento se funde en el paisaje para integrarse con el resto. Con el tiempo del recorrido este mismo elemento, antes aislado y reconocible, termina por formar parte de un todo, un conjunto abierto y en constante movimiento, que es el paisaje mismo.
Cambiante, el paisaje a la vez parecería estar quieto e inmóvil. El paisaje tiene un tiempo propio, que solo por momentos decide compartir con el tiempo humano. O mejor dicho : el de los ojos humanos. Su luz, su clima, son unos ejemplos de esos instantes que el paisaje elige compartir con nuestros ojos y nuestros tiempos.
Al caminar por una arquitectura, el tiempo es otro : su conjunto de paredes, ángulos rectos, techos, pisos, también se desvelan por partes. Pero a diferencia del paisaje, la arquitectura nunca nos desvela su totalidad, permanece un conjunto cerrado, cuando elegimos habitarla por dentro.
Descubrimos : un rincón, parte del piso, un conjunto de paredes, techos que se extienden, hasta llegar hacia una ventana, donde el paisaje aparece de vuelta.
Que pasa cuando el paisaje atraviesa la ventana para habitar la arquitectura ? Cuando la luz del paisaje y su clima se infiltran a travez de las paredes de un espacio cerrado ?
Extraer sus colores, desplazarlos, y cambiarles los tiempos : El del paisaje, con el de la arquitectura, con el de la mano que prende una luz, con el de la luz que pinta un espacio, con el de los ojos que lo percibe ?
Acaso el color tiene su tiempo propio ?
El color que viene de afuera hacia adentro trae un clima que el ojo humano apenas llega a nombrar, nunca se acerca del todo a la luz cambiante del paisaje y sus tiempos.
Cual es el tiempo entonces de un color ? Apenas se encuentra con otro que se adicionan para crear uno nuevo, ya dejó de ser el tinte que se percibió hace un instante.
Es el color entonces el que habita el espacio ?
Vino del paisaje hacia la arquitectura, para crear su espacio propio. O mas que nada : la luz de color construye su propia habitación en el adentro.
No sera que son nuestros ojos los que habitan la luz del color y sus tiempos ?
El adentro es el nuevo lienzo en la que se apoya el color para pintar tiempos mezclados y lugares varios. Para ser atravesado por cuerpos multiples y pensamientos errantes.
O acaso tus ojos también suponen lo mismo que los míos ?
Al cambiar la dirección de mi cuerpo desorientado, sus preguntas intercambian sentidos una vez más.
Olivia Funes Lastra